Intag

El Apuk illa - Señor de la verdad. Apuela - Intag

La zona de Intag, ubicada en el occidente de la provincia de Imbabura, se enfrenta desde hace décadas a la amenaza de la minería metálica a gran escala, gracias al descubrimiento de grandes yacimientos minerales, especialmente de cobre.

Mina de caliza de cementos Selva Alegre - La Farge
Intag ha contribuido por más de 30 años con la materia prima para la fabricación del cemento Selva Alegre, con el cual prácticamente se ha construido la sierra norte del Ecuador. La mina de caliza de dicha fábrica se encuentra en la parroquia Selva Alegre en la zona de Intag. Los beneficios de la minería no se ven por ningún lado y más bien los impactos ambientales y sociales que se derivan de la explotación minera en Selva Alegre están a la vista.

Una mina de oro de mediana magnitud se explota también esta zona desde hace 15 años: la empresa Agroindustrial El Corazón tampoco ha dejado ningún beneficio para las comunidades, por el contrario, el río Verde que recibe las descargas de esta mina se encuentra con altos niveles de contaminación. La comunidad de El Corazón, pese a estar en la mina de oro, es una de las más pobres y atrasadas de la zona. Los gobiernos locales, municipio de Cotacachi y junta parroquial de García Moreno, no reciben regalías de la minera, tan solo aportes económicos para las fiestas parroquiales y cantonales. 

Con esta experiencia, no es de extrañarse que la minería en Intag sea vista como la peor opción para el futuro. Sin embargo, al igual que todos los gobiernos pasados, la revolución ciudadana liderada por Rafael Correa ha definido en sus planes de desarrollo minero la explotación del yacimiento Junín y la Cordillera del Toisán.

zona del yacimiento Junín: 4.500 hectáreas de bosques
El yacimiento Junín, descubierto por la agencia Japonesa de Cooperación Internacional - JICA y el gobierno ecuatoriano, comprende una mena de 318 millones de toneladas con un contenido de 0,7% de cobre y 0,4% de molibdeno, es decir unas 2,2 millones de toneladas de cobre comercial y un poco más de 300 de molibdeno. Se trata de un yacimiento de clase mundial cuyos impactos sociales, ambientales y económicos fueron claramente detallados por el Estudio de Impacto Ambiental realizado por JICA en 1.996. Este documento es la base sobre la cual las comunidades de Intag se organizaron para informarse más, concientizar a la población en general y empezar una larga lucha por la defensa del territorio.

Paramilitares de ascendant copper intentan
entrar por la fuerza a Junín
Hasta la actualidad, Intag ha enfrentado a dos multinacionales (Mitsubishi y Ascednant Copper) y 9 gobiernos consecutivos que han intentado explotar dicho yacimiento. En todas las ocaciones el pueblo de Intag ha salido victorioso, pero con impactos negativos a la paz social y la unidad familiar y comunitaria: más de 17 procesos penales, persecuciones, agresiones, amenazas y encarcelamientos ilegales tuvieron que afrontar dirigentes, la comunidad se enfrentó a mafias narcotraficantes y bandas paramilitares contratadas por las mineras para lograr acceso al yacimiento, invadieron 2.500 hectáreas de tierras y bosques de las comunidades y crearon durante años un ambiente de intranquilidad. Los ofrecimientos económicos de los gobiernos y las empresas dividieron a la comunidad y las familias. Como si fuera poco, las perforaciones realizadas en 1995 por Bishimetals, subsidiaria del gigante japonés Mitsubishi, sacaron a la superficie agua con altos contenidos de arsénico que aún hoy está contaminando las fuentes de agua de uso humano de la comunidad de Junín, con desconcidos e impredecibles impactos a la salud.


La lucha de las comunidades de Intag ha sido un ejemplo. De la resistencia se ha pasado a la propuesta por construir un nuevo modelo de desarrollo. Muchas iniciativas económicas, productivas, organizativas, de conservación, han surgido y varias han tenido éxito, demostrando que es posible vivir dignamente en el campo sin destruir la madre tierra.

Sin embargo, los gobiernos y el capital minero transnacional siguen intentando apropiarse de este territorio. En julio de 2011 la minera estatal chilena CODELCO anunció su interés por desarrollar proyectos mineros de mediana y gran escala en Ecuador e informó de las acciones realizadas para acceder a la concesión El Palmal, ubicada a escasos kilómetros de Junín. Al mismo tiempo, en el mismo mes, el gobierno ecuatoriano a través del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables, informa de la próxima subasta de concesiones en la zona de Intag y la entrega del proyecto Junin a la empresa nacional minera ENAMI EP para que en asociación con una minera privada explote dicho yacimiento en su segunda fase de proyectos de gran escala.

Esta es una nueva etapa en la lucha y resistencia pacífica de Intag contra el extractivismo. Modelo de apropiación de los recursos naturales y acumulación del capital que se encuentra cada vez más vigente, que ha logrado mutar desde la matriz neoliberal del Banco Mundial en los años 90 y 2000, convierténdose en la prinicpal estrategia de capitalización de los gobiernos "progresistas" de América Latina, al amparo de la China como imperio emergente y con la complicidad de empresas estatales como caballos de troya de las multinacionales anglosajonas.

Intag se prepara para este nuevo escenario.

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